Está científicamente comprobado que una conexión profunda con la naturaleza entrega importantes beneficios a nuestra salud física y mental. En Chile existen varios lugares con condiciones ideales para esta práctica terapéutica que tiene similitudes con la meditación. Cuando las restricciones de la pandemia lleguen a su fin, será una herramienta útil para ayudarnos a encontrar un nuevo equilibrio.

En momentos como éste, parece que el mundo nos ha obligado a pausar nuestro ritmo de vida habitual, y las restricciones sanitarias han puesto a prueba la tolerancia de todos. Parece el momento adecuado para hablar de los baños de bosque y de la profunda necesidad que tenemos los seres humanos de conectar con la naturaleza.

Esta práctica beneficiosa para la salud se popularizó en Japón en los años 80, cuando un grupo de científicos demostró que las visitas regulares a zonas boscosas reducían considerablemente los niveles de estrés de quienes las realizaban.

Los estudios demostraron que este tipo de experiencias sensoriales, en conexión con la naturaleza y durante periodos prolongados de tiempo, no sólo constituyen un pasatiempo positivo y entretenido, sino que además producen una serie de efectos positivos en nuestro organismo.