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Cabalgatas en Patagonia con acento local

Margarita Lackington

Luis Bahamondes.

Luis Bahamondes, más conocido como Lucho, trabaja hace más de once años en la Estancia Entre Lagos, en la Patagonia chilena. Oriundo de Chiloé, comenzó en este rubro desde muy pequeño, ayudando, principalmente a los ovejeros y campañistas que lo buscaban por su buena labor.

Al cumplir 16 años tuvo que decidir cuál era el camino que quería seguir: ovejero o campañista. Pensó “en esta Patagonia hay más ovejas”. Además, siempre le gustó mucho la forma en que trabajaban los perros. Poco a poco fue aprendiendo el proceso de trabajo con ellos, lo cual, al principio, no fue nada de fácil. Con el paso del tiempo, Lucho se convirtió en un experto ovejero.

Cuando llegó a la estancia Entre Lagos, gracias a su hermano que se encontraba trabajando ahí como encargado, lo primero que hizo fue amansar caballos. Partía su labor a las siete de la mañana y terminaba entre las 9 o 10 de la noche. Así, en solo seis meses, logró amansar más de 44 caballos. Luego estuvo un tiempo trabajando directamente como ovejero, para después se dedicarse al turismo en el logde de la estancia.

Tierra Patagonia.

Actualmente, fanático de sus perros, Lucho siente que su vida en la Patagonia la ha disfrutado mucho. Le gusta trabajar con sus perros, los caballos y conversar son gente, sobre todo con turistas, porque, como él mismo dice, le han enseñando muchas cosas. Lo que más disfruta, confiesa, es quedarse mirando los paisajes y salir a diario a recorrer distintos cerros y lagos.

Lucho tiene una hija de 9 años, Monserrat, multicampeona de carreras de enduro. Siempre que puede ella lo acompaña al hotel. Ha aprendido con él todo sobre caballos y hoy siente el mismo cariño que su padre por los animales.

La excursión que se realiza junto a él en Tierra Patagonia consiste en un tranquilo recorrido a caballo de una duración de medio día. Comienza desde Sierra del Toro y desciende hacia el lago Sarmiento, logrando unas maravillosas vistas del macizo del Paine. Durante la experiencia es posible sentir y entender, de alguna manera, el porqué Lucho ama su trabajo en la Patagonia.